La velada con la joven Emily Denita Rose transcurria pacifica. Realmente su confesor, el Padre Rocha, comprendia a la perfeccion las indecisiones, los problemas y el alma de la joven, y ella depositaba en el su confianza ciegamente. Los consejos de como debia actuar en la vida, ante la gente, ante los mozalbetes que ya por su edad empezaban a cortejarla.... siempre le habian ido bien. Habia llegado esa trade cargada de problemas, cansada de la vida, creyendose portadora de mil pecados, que ya habian sido disipados, y ahora se sentia preparada (no solo de cintura para arriba...) para enfrentarse con el mundo con la ayuda del Todopoderoso Padre Celestial, con el ejemplo de aquella otra mujer que la acompañaria como icona y ejemplo en su Chapa-Relicario... Su risa sana de chica docil resonaba en la sala de decoracion austera del padre Rocha; en algun momento él se preguntó porque le habia escogido como confesor... y sin embargo pensaba cuan grande era la sabiduria de Dios por haberles puesto en contacto para dejarse guiar por sus consejos... Eso le hacia feliz, sentirse util... guiar a esa chica desasosegada eintranquila de espiritu inquieto, como él en un pasado no muy lejano, o como la hija que por entregarse a sus creencias no habia tenido. 
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